Apoderamiento o Aferramiento (1)
A partir de una exhaustiva revisión de los antecedentes personales, familiares y pedagógicos de pacientes o alumnos que han sido atendidos se observa una secuencia de actitudes, comportamientos y relaciones madre-hijo que permiten plantear esta propuesta.
Es intención de esta comunicación, dar a conocer un protocolo de actuación en lenguaje sencillo que permita su comprensión por todos.
Se identifican a dos actores principales, lo que no significa que se deje de lado a protagonistas en apariencia secundarios, que pueden llegar a ser tan o más determinantes que los dos mencionados:
Madre: Se trata de una madre que se muestra dedicada e inmersa en la crianza de su hijo, de forma absoluta, puede ser primeriza, tener solo ese hijo o que tenga otros y este sea el último. Puede integrar una familia estable o vivir sola, ser joven o de mediana edad, tampoco es determinante el grupo social o el nivel educativo que presenta, sólo tienen en común, estas madres, un apego absoluto al hijo, una cercanía física y afectiva sobre-dimensionada, han perdido su propio espacio de vida y sus días transcurren en absoluta función de las necesidades que tiene, las que la madre determina o imagina que tiene o las que el hijo demanda explícitamente o no.
Muestran un cúmulo de argumentos que evidencian claramente que se ven insustituibles en su rol y siempre justifican la conducta, desempeño y exigencias de su hijo. A la hora de justificar conductas del hijo, siempre tendrán un responsable del” afuera” a quien imputar las reacciones u omisiones del niño.